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Parc d'Olèrdola

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Comunidades vegetales


La vegetación de la zona estudiada se ve muy afectada por el régimen de lluvias, y, por tanto, las especies que crecen espontáneamente tienen que afrontar un período de sequía veraniega que puede llegar a ser muy duro. Por esta razón, las plantas que viven en la zona presentan adaptaciones diversas, a fin de evitar excesivas pérdidas de agua. Durante la época seca y con un clima mediterráneo el crecimiento es lento, especialmente el de los árboles, y, por lo tanto, la producción de madera es baja.

Encinar mediterráneo


El encinar mediterráneo (Quercetum ilicis galloprovinciale) es un bosque que ocuparía todas las montañas de dirección norte, así como el fondo del valle. Se trata de un bosque indudablemente subtropical, densísimo e impenetrable, de hojas perennes y resistentes, con un sotobosque rico en especies arbustivas, presidido por la encina (Quercus ilex) y compactado por una hilera de arbustos como el tino (Viburnum tinus), el aladierno (Rhammues alaternus), el aladierno falso (Phyllirea media), el madroño (Arbutus unedo), el lentisco (Pistacia lentiscus), el brusco (Ruscus aculeatus) y la rubia (Rubia peregrina), entre otros, y también lianas, como la clemátide flámula (Clemmatis flammula), la madreselva (Locinera implexa), etc. Esta vegetación tan densa crea un microclima húmedo y, por tanto, muy resistente a los incendios forestales.

Su crecimiento es limitado y se calcula que podría dar una tonelada de madera por hectárea y año.

Pero, actualmente, este predominio de la encina es bien raro. Las actividades agrícolas y ganaderas a lo largo de los siglos, así como los incendios forestales de estas últimas décadas, han transformado el paisaje vegetal potencial en otro muy distinto, resultado de los factores mencionados. Desaparecida la actividad agrícola y disponiendo de métodos cada vez más eficaces para la lucha contra los incendios forestales, es posible asistir a la regeneración y recuperación del encinar en la zona de Olèrdola.

Maquia de carrasca, lentisco y palmito


La maquia de carrasco, lentisco y palmito (Querco-Lentiscetum) es la más extensa de Cataluña. Típica del litoral mediterráneo, se trata de una comunidad clímax de la zona Sur, con suelos calcáreos y ambientes secos. Este tipo de comunidad tiene una altura de uno o dos metros y en ella destacan la maquia (Quercus coccifera), el palmito (Chamaerops humilis), el lentisco (Pistacia lentiscos), el espino negro (Rhammus lyciodes), el acebuche (Olea europaea sylvestris), la zarzaparrilla (Smilax aspera), la rubia (Rubia peregrina) y el espárrago amarguero (Aspargo acutifolis), entre otros.

La maquia de carrasco y palmito tendrían que ser la vegetación potencial de buena parte de la franja litoral del macizo del Garraf, pero, desgraciadamente, hoy en día apenas se encuentran fragmentos de escasa extensión que no son más que retazos en malas condiciones de desarrollo. La carrasca y el lentisco, por ejemplo, no son en verdad arbustos, sino arbolitos de crecimiento lento que pueden alcanzar cinco o seis metros de altura (si no son maltratados por el fuego, el pisoteo o el pastoreo). Así pues, la maquia de carrasco y el palmito podría ser en realidad un bosque bajo de unos seis metros de altura. (Altura que también puede conseguir el lentisco, si no es objeto de malostratos.) En la actualidad es difícil encontrar una comunidad con una verdadera maquia, pero, sin embargo, hay muchas zonas en las que el palmito se mezcla con el sotobosque de los pinares y con carrascas y maleza.

La degradación del encinar y la maquia han llevado a la aparición de carrasca, comunidad arbustiva baja e impenetrable, como consecuencia de la presencia de la carrasca (Quercus coccifera). Los incendios y los pastos de estas zonas han ocasionado la aparición de maleza.

La carrasca es una estructura de difícil combustión, y, si ésta se produce, las posibilidades de rebrote son muy elevadas.

La maleza calcícola de romero y bruguera


La maleza calcícola de romero y bruguera (Rosmarino-Erición) es una comunidad arbustiva de ambiente seco y preferentemente calcáreo que se da en la mayor parte de esta zona. Se compone de especies muy inflamables y, por tanto, es susceptible de sufrir incendios importantes. Las especies más frecuentes son el romero (Rosmarinus officinalis), la bruguera (Erica multiflora) y diferentes tipos de estepa (Cistus sp).

Pinares secundarios


Desde el punto de vista ecológico, el pinar es una broza de estrato arbóreo, ya que los árboles y el sotobosque siguen dinámicas diferentes. Por tanto, dentro de la sucesión, los pinares corresponden al mismo estadio que las brozas, que no han evolucionado hacia el encinar clímax sino hacia el estrato arbóreo de los pinos. Todos los pinares son de pino carrasco (Pinus halepensis).

Ocupación actual del suelo


Ocupación actual del suelo


El estudio de la ocupación del suelo es un parámetro que da una muy buena información sobre las interacciones entre el hombre y los sistemas naturales, lo cual permite predecir el futuro uso de éstas, así como su estabilidad o degradación.

Pinar de pino carrasco


En la actualidad, los escasos bosques que se encuentran en la zona son básicamente pinares secundarios de pino carrasco(Pinus halepensis). Y hay que decir que ni tan sólo son verdaderos bosques, sino simplemente formaciones arbóreas que recubren maleza también secundaria. En general, los pinos son especies capaces de adaptarse a las peores condiciones, pero no de explotar óptimamente, en términos ecológicos, las buenas. Crecen rápidamente, hecho que los hace particularmente interesantes para la producción de madera y la repoblación rápida de áreas quemadas y desforestadas. A pesar de ello, el riesgo de incendio forestal en los bosques mediterráneos es muy acusado, en parte a causa de la inflamabilidad del pino blanco y la maleza. Así pues, la presencia de pinares más o menos bien constituidos representa un peligro potencial de incendio, sobre todo si se tiene en consideración la gran cantidad de urbanizaciones que hay en la zona.

En una parte del pinar que se quemó en el año 1994 se encuentra en la actualidad gran cantidad de plantones de pino y de otras plantas de rebrote, como la carrasca o diferentes especies de la clase Phyllirea. El pino carrasco es un árbol que probablemente tenía poca importancia en el primitivo manto forestal de Cataluña, pero que, a medida que el hombre ha hecho retroceder la encina, el alcornoque o el robledal, se ha extendido de forma extraordinaria. En Olèrdola, el pino y la maleza secundaria están destinados a ser desplazados por el encinar y la maquia de carrasca, si se deja vía libre a la dinámica propia de la vegetación o ésta puede tender a estadios más climácicos. La sustitución del pinar por el encinar es un proceso muy lento, y viene dificultado, además, por la casi nula presencia de la encina en muchos lugares de Olèrdola. Los pinos son árboles que colonizan con rapidez áreas quemadas, evitan la erosión del suelo y lo preparan para un posterior asentamiento de la vegetación climácica, encinar o maquia.

Los montes bajos


Esta denominación incluye todas las formaciones vegetales con estrato arbustivo dominante presentes en la zona. Predominan los arbustos leñosos de hoja pequeña, que necesitan mucha luz para su crecimiento y posterior desarrollo y están perfectamente adaptados a vivir en lugares secos en los que el agua es un factor limitante para su crecimiento.

Arbustos de hoja ancha, como las especies del género Cistus, la carrasca (Quercus coccifera), la bruguera (Erica multiflora) y la aulaga morisca (Ulex parviflorus) ocupan las zonas de suelo muy estrecho con muchas piedras en las que es imposible que el bosque pueda instalarse. Son muy importantes, por tanto, para la protección de las zonas de mayor pendiente, donde el grosor del suelo es mínimo.

Los bosques bajos que pueden encontrarse son los de tipo clareado, por el hecho de presentar un recubrimiento de suelo de un 50 a un 80 por ciento. De manera aislada, en la zona Norte y al fondo del valle, se puede encontrar alguna encina: muestras de antiguos encinares.

Estos bosques bajos son en general muy combustibles y cuentan con un riesgo de incendio muy elevado. Esto se ve favorecido por el tipo de terreno, que, por causa de su inclinación, ayuda mucho a su propagación

Los cultivos de secano


Existe un pequeño núcleo de cultivos de cereales que pueden tratarse de dos maneras: o bien se cultivan, o bien se labran para dejarlos descansar un año y entrar a formar parte, de esta forma, de una rotación de cultivos extensivos.

Espacio urbano


Hay también todo un espacio que forma el perímetro de las urbanizaciones e incluye bosques o bosques bajos.

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Mapa del parque

Mapa de olerdola