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Parc Agrari del Baix Llobregat

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Paisaje


Autor: Javier Pérez

Autor: Javier Pérez

El Parque Agrario del Baix Llobregat sigue el contorno principal de la estructura territorial de la cuenca baja recorriendo el río hasta abrirse al delta fluvial que marca este punto del litoral catalán. Su estratégica situación, por el hecho de ser un territorio adyacente y de entrada a Barcelona, lo ha convertido en un espacio codiciado para multitud de actividades económicas y para infraestructuras de todo tipo. La cuña deltaica, además, se ha convertido en el soporte físico para cerca de un 10% de la población catalana.


El delta reúne los territorios que ocupan el abanico aluvial que el Llobregat ha construido a lo largo de la era cuaternaria después de la última glaciación pero el principal adelanto, tal y como lo conocemos, es de los últimos 2.000 años. De hecho, sólo tenemos que pensar que la línea de costa en la época romana estaba ante Gavà a unos 3 km tierra adentro de donde se encuentra actualmente. Ante la playa, en la zona sumergida, se formaban, tal y como sucede ahora, barras de arena que fueron creciendo y, finalmente, aislaron un trozo de mar formando, a cada lado del río, una zona deprimida o laguna litoral estrecha, alargada y paralela al mar. Las lagunas se llenaron progresivamente de sedimentos procedentes del Llobregat, de pequeñas rieras que bajaban y por el propio viento. Todas estas aportaciones llenaron y redujeron las lagunas hasta convertirlas en ciénagas o, incluso, en tierras secas.


Este sistema de crecimiento deltaico se produjo en diversas ocasiones y marcaron el actual paisaje. Hoy, el delta sufre una ligera regresión progresiva causada por las modificaciones del litoral introducidas por las infraestructuras portuarias y, en definitiva, por la erosión y una dinámica marina más agresiva. Así mismo, los aportes fluviales también han disminuido, hecho que ha propiciado que los acuíferos de la zona sufran una salinización creciente. La compactación de los sedimentos debida a la extracción de arenas y grabas tanto del lecho del río como de la playa y el descenso del nivel del agua subterránea además de la disminución de las aportaciones sedimentarias por el río hace que el delta se esté hundiendo.

Autor: Javier Pérez

Autor: Javier Pérez

 

El paisaje agrícola predominante mantiene algunos elementos prácticamente testimoniales de las antiguas lagunas deltaicas. Estos espacios naturales hoy han estado modificados en una parte por las obras de ampliación del puerto de Barcelona, del aeropuerto y del propio desvío del río. El paisaje del delta del Llobregat en pocos años cambiará radicalmente de tal y como era hasta finales del siglo XX. Aun así, mientras esta radical transformación afecta a la esencia paisajística de la cuenca baja también se realizan esfuerzos para conservar y recuperar los espacios naturales relictuales que quedan. El paisaje agrario es el garante de que esta inmensa llanura no se convierta en una aglomeración urbana pegada a Barcelona. A la vez, sin embargo, este mar de cultivos es también un reservorio alimentario, una auténtica despensa al lado de una metrópolis que hospeda un 60% de la población catalana. El alimento fresco producido en el Baix Llobregat es uno de los principales valores de un paisaje todavía no suficientemente valorado por la población privilegiada que lo rodea.

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