Desarrollo sostenible / Dimensión ambiental
El desarrollo sostenible es aquel que tiene en cuenta las generaciones futuras y por lo tanto respeta el medio ambiente, pero también respeta los aspectos sociales y culturales de la comunidad humana implicada. Por lo tanto, podemos decir que el desarrollo sostenible tiene una dimensión ambiental, una dimensión social y una dimensión económica.
Las leyendas proporcionan conocimientos sobre los lugares donde están localizadas y sobre su temática y este conocimiento del territorio puede contribuir a la sensibilización personal respecto del entorno natural y, por tanto, de forma indirecta a la preservación de este entorno. Dichas proporcionan conocimientos sobre el territorio para que se refieren a la actividad agrícola y la meteorología, sobre las poblaciones cercanas y sobre el calendario. En el mismo sentido que las leyendas, todo conocimiento del medio, a través de la sensibilización personal, puede llegar a ser un factor de conservación. Algunos dichos hacen referencia a prácticas agrícolas adaptadas a las características climatológicas o geográficas del medio. Las adivinanzas son una forma lúdica de conocimeinto del medio. Y el vocabulario autóctono refleja la biodiversidad porque se refiere a las especies autóctonas o aquellas de las que se hace un uso determinado, a la geografía, a través de los topónimos locales, etc. Utilizar palabras propias para definir algunos elementos hace que se les sienta más próximos y, por tanto, promueve la salvaguarda de estos elementos.
Las canciones populares, a través de su letra, proporcionan conocimientos sobre el medio y así pueden contribuir a la sensibilització colectiva hacia el medio natural y, por tanto, acabar siendo un factor más de preservación del entorno. En cuanto a los juegos y deportes tradicionales, la práctica de las actividades al aire libre lleva implícita valores de respeto hacia el entorno que la acoge. Sin embargo, hay que evaluar el impacto que producen estas actividades, ya que puede ser positivo o negativo para el medio natural, en tanto que en algunos casos estas actividades pueden poner en peligro el derecho de las generaciones futuras a disfrutar del territorio.
Las fiestas, ferias y romerías tienen una identificación muy clara con el entorno que las acoge para que potencian la conciencia colectiva de pertenencia al entorno. Algunas de las ferias y fiestas tienen como centro temático algún elemento del patrimonio natural y por tanto conservar el entorno es importante para poder mantenerlas.
Los saberes relacionados con la alimentación se refieren a productos locales. El uso de productos de proximidad es, en sí mismo, una medida de sostenibilidad, ya que se evitan los transportes, los almacenamientos y los intermediarios, con los consiguientes costes ambientales que estas actividades comporten. Si la alimentación se sigue basando en los productos locales, no se pone en duda que las generaciones futuras puedan tener accés. Sin embargo, hay que establecer medidas de protección y salvaguarda de la agrobiodiversidad local, principalmente potenciando el conocimiento de las variedades locales amenazadas y en peligro de extinción.
Los conocimientos y prácticas locales sobre el medio son principalmente las actividades agrosilvoganaderas. La práctica sostenible de estas actividades, en base a la capacidad de carga de los ecosistemas, puede aportar la generación y mantenimiento del paisaje en el mosaico agroforestal típico de la zona. Este tipo de paisaje, discontinuo y variado, disminuye la vulnerabilidad ante las grandes perturbaciones, beneficia la biodiversidad, ayuda a la regulación hídrica de las cuencas y mantiene los bosques como sumideros de carbono, entre otros servicios ambientales. Estas prácticas aseguran que las generaciones futuras podrán disfrutar de los recursos naturales necesarios para poder vivir con un nivel de vida aceptable. Es necesario, sin embargo, garantizar que estas actividades se mantengan de manera sostenible.
Por norma general, las técnicas artesanales utilizan la materia prima local. Suelen ser producciones de pequeña escala, por lo que son respetuosas con la capacidad de carga de extracción de recursos. El hecho de querer obtener estas materias primas de una calidad determinada implica preservar sus hábitats. Se asegura el acceso a los recursos de las generaciones futuras.