El año 1885 la familia Grado empezó a cultivar las viñas en Maians, consolidando su pasión por los vinos y dedicando todo el esfuerzo para conseguir lo mejor de cada cosecha. Una vez elaborada el vino, blancos y rosados son embotellados con el máximo cuidado mientras que los negros son reservados para hacer crianza en botas|barriles|toneles de roble, en el silencio de la bodega. El objetivo de vinos Grado es poner a su disposición unos vinos de calidad, así como ofrecer el mejor servicio.