Hidrología
MINUARTIA, Estudis ambientals. 2001. Estudi de base per a la revisió del Pla Especial del Parc Natural del Montnegre i el Corredor. Medi físic i fauna.
La red de drenaje superficial presenta unas características determinadas claramente por la geología y la climatología de la Cordillera litoral en el sector del Maresme. Así, la estructura geológica y la naturaleza litológica han configurado la existencia de pequeñas cuencas de gran pendiente y recorrido corto, reforzadas sobre materiales poco permeables en las zonas de cabecera y permeables en la parte baja. El clima claramente mediterráneo aporta a las rieras un régimen estacional pluvial; es decir, traen agua o bien aumentan de caudal cuando ha habido lluvias y, por lo tanto, lo hacen de forma irregular.
Las rieras se secan en verano y sólo en las partes altas de su curso. En algunas, se mantiene el agua todo el año. En la actualidad la fuerte explotación de agua subterránea ha hecho que las rieras lleven menos caudal de agua. En Tordera, incluso, puede llegar casi a secarse en verano.
De la red de drenaje hay que diferenciar dos grandes sistemas:
- La cuenca de Tordera, con rieras tributarias que drenan el área del Montnegre y desembocan en el río.
- La cuenca del Maresme, con cursos de agua perpendiculares al mar que cortan transversalmente la Cordillera y están constituidos por rieras de corto recorrido que drenan el área del Corredor y del Montnegre.
1) Cuenca de Tordera
El Tordera es el único río de la zona que se contempla en este estudio y constituye el límite septentrional y oriental. Nace en el macizo del Montseny, en el valle de Sant Marçal, y recorre 24 km por la comarca del Vallès Oriental, entre el Montseny y el Montnegre, siguiendo una línea de fallas. Cuando el río encuentra una nueva falla hace un giro de 90º y se dirige hacia el mar. En este punto entra en el Maresme, por donde recorre 27 km hasta llegar al Mediterráneo, donde desemboca entre Malgrat y Blanes.
El Tordera drena principalmente los macizos del Montseny, Montnegre, Guilleries y la plana de la Selva. Su cuenca hidrográfica tiene unos 894 km2 y presenta una morfología lobulada, poco alargada, con mayor desarrollo superficial e hídrico en el sector Norte. El curso alto del río, comprendido entre su nacimiento y Sant Celoni, se caracteriza por una circulación torrencial debida a las fuertes pendientes que presenta el relieve. Las aguas son turbulentas, tienen un gran poder erosivo y transportan materiales erosivos. El curso medio, entre Sant Celoni y Hostalric, pasa por lugares de pendientes más suaves en los que la corriente no es tan fuerte, aunque aún tiene un cierto poder erosivo y de transporte. El curso bajo se inicia a su llegada a Fogars de Tordera, donde cambia de rumbo en dirección al mar y aumenta de caudal respecto a otros tramos, disminuye de velocidad y, en consecuencia, se produce una sedimentación que da lugar a una llanura fluvial, actualmente ocupada por cultivos. En la parte baja del curso, de lado a lado, hay zonas situadas topográficamente más bajas que el río, de manera que en épocas de caudal abundante el nivel freático choca con la superficie y provoca que los prados y clapas de la vegetación de ribera se inunden y se formen pantanales. Estas áreas inundadas son drenadas a través de canales artificiales de desguace.
En la desembocadura, y como resultado de la aportación de materiales, se forma un pequeño delta de tipo redondeado, de unos 8 km2, a pesar de que su extensión es muy variable a causa de las frecuentes intrusiones marinas. Recientemente, los aportes del río han disminuido a causa del bajo caudal, ya que el agua se extrae con finalidades industriales y agrícolas. Este hecho hace que el poder erosivo del mar sea mayor que la capacidad de sedimentar del río y, en consecuencia, el delta y las playas de Santa Susanna y Malgrat están en regresión.
El Tordera es un río de régimen típicamente pluvial, o sea, influenciado por la precipitación de la zona. Existe, como mínimo, una crecida anual, localizada generalmente entre los meses de septiembre y noviembre. Es el que tiene mayor caudal y lleva agua de forma permanente a lo largo del año. Tiene un caudal del orden de los 5,65 m3/s, a pesar de su gran irregularidad intraanual e interanual, que hace que en invierno y primavera llegue a los 10 m3/s (Gutiérrez, 1998).
En el margen derecho, la cuenca está drenada por un conjunto de rieras del sector del Montnegre con dirección N-S, como la de Fuirosos, la de Montnegre o la de Ramió, y con dirección O-E, como la de Vallmanya o el torrente del Gorg Negre. Estas rieras circulan principalmente por materiales de baja permeabilidad, básicamente esquistos y granitoides, encajonándose en valles cerrados, desde la cota topográfica 500 a la 100, aproximadamente. Básicamente constituyen cursos de régimen torrencial de carácter típicamente mediterráneo, con grandes variaciones de caudales de acuerdo con la pluviometría. A escala de la cuenca, los cursos del margen derecho son menos importantes que los del margen izquierdo, tanto por la cantidad de rieras, como por el volumen de agua y la densidad de drenaje.
2) Conca del Maresme
No se trata de una cuenca hidrográfica en sentido estricto, ya que no parte de un gran curso fluvial, sino que corresponde a un conjunto de subcuencas individualizadas dentro de un mismo sector orográfico. Por la particularidad de su dinámica y su interés hidrogeológico se ha definido el territorio de esta cuenca como una zona de interés geológico.
A grandes rasgos, las rieras del Maresme se caracterizan por nacer entre los macizos graníticos y paleozoicos de la Cordillera litoral, por ser de recorridos cortos y elevada pendiente, drenar hacia el mar y tener un régimen hidrológico intermitente. En la gran mayoría de casos, las rieras permanecen secas casi todo el año.
La mayoría de las cuencas son simétricas respecto a la riera principal, que acostumbra a ser perpendicular a la línea de costa. Las hay, no obstante, que presentan una forma de codo, con el canal principal en dirección NNE-SSO, casi paralelo a la costa, resultado de las grandes fracturas existentes. Ejemplos de ello son la riera de Arenys y la de Argentona. El coeficiente de escolarización medio del Maresme es de 0,47, aunque en el futuro puede llegar al 0,51 (Gutiérrez, 1992).
De acuerdo con Riba (1997), las rieras del área del Maresme que drenan directamente al mar se pueden clasificar en tres tipos:
- Riera de primer tipo o rieras antiguas: son aquellas que transcurren en su totalidad por encima de unidades geológicas paleozoicas y graníticas, como las rieras de Arenys y Sant Pol.
- Rieras de segundo tipo o rieras mixtas: son las que presentan dos tramos bien diferenciados: un primer tramo formado por la cabecera excavada en los materiales graníticos y paleozoicos, y un segundo tramo inferior situado por encima de terrenos cuaternarios, que forman un glacis de sedimentación. Algunos ejemplos son la riera de Caldes de Estrac o la de Sant Vicenç.
- Rieras de tercer tipo o rieras residuales: son cursos muy cortos que drenan sólo algunos sectores de terreno recientes cuaternarios, como los glacis del pie de monte costeño. Podemos poner como ejemplo el rieral de Cal Costa a Arenys de Mar.
Tradicionalmente, las rieras del primer tipo son las que tienen una cuenca más extensa, entre los 10 y los 80 km2, como la de Arenys, de 12,94 km2, la de Argentona, de 77,86 km2, la de Sant Pol, de 38,76 km2, o la de Pineda, de 16,89 km2. Dibujan redes de drenaje asimilables a las de tipo dendrítrico, influidas por la red de diaclasis y fracturas. Un buen ejemplo es el torrente de Sot d'Oradella, en la riera de Sant Pol, totalmente rectilíneo. Todas estas cuencas mayores de primer tipo tienen forma de embudo y se estrechan hacia el mar dejando espacio a las cuencas de las rieras de segundo tipo. Las cuencas tienen una densidad de drenaje de 2,5 a 3, que es superior en las cuencas del NE y en materiales metamórficos. La pendiente es acusada y los cursos dibujan llanos de sedimentación.
Las rieras de segundo tipo tienen cuencas menos extensas, no superiores a los 10 km2. Es el caso de la riera de Llavaneres (8,24 km2), la de Caldes d'Estrac (6,43 km2) o la de Sant Vicenç (1,17 km2). Presentan una forma, en planta, similar a una raqueta de tenis, ancha, excavada, ovalada, dendrítica y con los tributarios excavados en terrenos graníticos, que se estrecha al llegar a los materiales cuaternarios (Riba, 1997). Sus cursos tienden a hacerse cada vez más rectos y a no jerarquizarse; de hecho, según Riba (1997) tienen un índice de meandricidad muy bajo (Im < 1,5). Las pendientes son muy fuertes y pueden llegar al 6,5%.
Las rieras de tercer tipo son poco importantes y actúan principalmente como drenajes locales.