Conservación de la biodiversidad
Situado en la Cordillera Litoral Central, integra el Espacio de Interés Natural La Conreria-Sant Mateu-Céllecs, que son las tres cumbres que lo identifican. Se trata de un espacio natural de alturas moderadas (menos de 600 m) que se eleva rápidamente entre la costa del Maresme y la plana del Vallès.
La superficie protegida del Parque es de 4.712,3 ha, casi todas ellas de propiedad privada, en 15 municipios del Maresme y el Vallès Oriental. Los bosques predominantes son pinares de pino piñonero y encinares. El catálogo de flora es bastante rico e incluye más de 1.000 especies. Respecto a la fauna, es característica de los ecosistemas mediterráneos. Los diferentes hábitats albergan unas 300 especies de vertebrados, y el primer catálogo de invertebrados ha podido determinar más de 700.
Clima
El clima es típicamente mediterráneo. Las temperaturas son más suaves en la vertiente costera que en la vallesana, donde hay heladas e inversión térmica en invierno. La lluvia también es más abundante en el Vallès (en promedio, de 620 a 710 mm) que en el Maresme (entre 525 y 645 mm). En otoño, la corta distancia entre la cordillera y el mar provoca las conocidas riadas debido a precipitaciones intensas de corta duración.
Geología
La geología del Parque está marcada por los diferentes afloramientos de rocas graníticas de diferentes durezas (granodiorita, leucogranito y tonalita), que conforman uno de los afloramientos más extensos de todos los Países Catalanes. Estos afloramientos forman parte de un gran macizo intrusivo que se extiende por todo el Maresme. Debido a la meteorización y erosión de los granitos, encontramos relieves tan destacables como los caos de bolas graníticas en la vertiente sur entre Premià de Dalt y Teià, en la colina de Pons con la roca de Cavall, las rocas del Dinosauri o la roca D’en Riera. El material más duro del leucogranito crea elementos identificadores del paisaje, como son el monte-isla de Burriac, el macizo de Céllecs (el más alto del Parque, con 536 m altura) y el macizo de Montcabrer, con la gran cueva de Les Bones Dones. En su último proceso de erosión, el granito se desmenuza generando el sablón, de textura arenosa, que llega a las playas.
Desde la prehistoria, algunos de estos conjuntos de bolas han sido habitados y utilizados para realizar entierros. Son ejemplos de ello la cueva de la Granota, en Vilassar de Dalt, la roca Foradada de la Roca del Vallès, y la de Vallromanes.
Hidrología
Las dos cuencas principales son el río Besòs (con el Besòs y el Mogent), en la vertiente vallesana, y la riera de Argentona, en la vertiente del Maresme. También hay rieras de corto recorrido y fuerte pendiente que llevan agua sólo cuando llueve. Otras rieras que hasta el período de sequía iniciado en el 2020 llevaban agua casi todo el año son la de Riudemeia y los torrentes de Cuquet y Sant Bartomeu.
Flora y vegetación
El paisaje vegetal característico está dominado por pinares (más en la vertiente del Maresme) y encinares y bosques mixtos con robles (más en la vertiente vallesana), y vegetación de ribera alrededor de los torrentes. En reductos y zonas particulares encontramos una importante diversidad que pone de manifiesto el interés botánico de la cordillera.
La flora característica es de carácter mediterráneo, con jaras y arbustos como el cerezo de madroño, el durillo, la retama, la coscoja y el lentisco. En las zonas más húmedas del Vallès existen especies de carácter eurosiberiano, como el boj acebo o la aguileña.
Fauna
La fauna es también característica del ambiente mediterráneo. Entre los mamíferos, con 34 especies según el Catálogo de vertebrados del Parque de la Serralada Litoral, hay especies como el jabalí, el corzo, el zorro, el tejón, el erizo, la garduña, el gato almizclero, la ardilla, el murciélago común, el ratón de bosque y el topillo rojo.
Hay unos 200 pájaros, con especies como el arrendajo, la paloma torcaz, los carboneros, el petirrojo, el pito verde, el azor y el águila culebrera. Entre los anfibios puede encontrarse el sapo común, la reineta, la salamandra, el sapo y el tritón verde y, entre los reptiles, la serpiente verde y la serpiente de escalera, la lagartija cenicienta, el lución y el lagarto ocelado.
Algunas especies de peces como la espinilla de montaña, el bagre o el lobo de río habitan en el río Mogent.