Conservación de la biodiversitat
Los macizos de El Montnegre y el Corredor son dos unidades de relieve bien definidas que se disponen alineadas en paralelo a la costa, que forman parte de la cordillera Litoral y constituyen una barrera natural entre la llanura litoral del Maresme y la depresión del Vallès y la Selva.
De acuerdo con la pluviometría mediterránea de esta zona, los ríos y rieras son de régimen mayoritariamente esporádico o estacional. El curso principal de agua es la Tordera, que recoge las aguas de importantes rieras de la vertiente vallesana de El Montnegre, como las de Vallgorguina, Olzinelles, Montnegre, Fuirosos y Ramió. Las cuencas del Maresme suelen ser más cortas y de caudal repentino, a veces violento. Las más extensas son las de Argentona, Arenys, Sant Pol y Pineda.
Dada su gran diversidad y riqueza de ambientes y zonas de vegetación, el Parque de El Montnegre i el Corredor acoge un amplio catálogo de especies vegetales —desde encinas, robledales y pinares de pino piñonero hasta avellanos y castaños— y animales —desde especies como el jabalí y el corzo hasta zorros, jinetas, garduñas, tejones, así como el águila culebrera, el azor o el pájaro carpintero, entre otros.
Clima
El clima mediterráneo subhúmedo de estas comarcas presenta variaciones notables. Así, pueden distinguirse dos zonas climáticas bastante diferenciadas. Por un lado, las tierras interiores orientadas hacia la llanura del Vallès, más frías y húmedas, con un carácter ligeramente continental. Por otro lado, las vertientes orientadas hacia marina, más secas y con temperaturas más suaves. El régimen de lluvias presenta notables variaciones interanuales, siendo la media climática del parque de unos 700 mm anuales, con precipitaciones medias más altas (de 800-900 mm) en el sector de El Montnegre y menos abundantes (de unos 650 mm) en el extremo occidental de El Corredor. Cabe destacar los episodios de fuertes lluvias y chubascos que, especialmente en otoño, provocan avenidas (riadas) en las cuencas del Maresme.
Geología
Los macizos de El Montnegre y del Corredor se enmarcan estructuralmente dentro de la Cordillera costera catalana o Catalánidos, la cual limita al Norte con la depresión del Vallès-Penedès y, al Sur, con la depresión litoral y el mar Mediterráneo, mediante dos alineaciones de fallas orientadas NE-SO, constituyendo un bloque levantado dentro de los sistemas de graben y horst.
El sustrato geológico de los dos conjuntos montañosos está básicamente formado por un gran cuerpo granítico atravesado por rocas filonianas. Sin embargo, en la parte alta de El Montnegre destaca una mancha de material metamórfico más resistente a la erosión. Estos materiales pizarrosos son los que dan un carácter marcadamente más abrupto al macizo de El Montnegre.
El granito, en cambio, por el efecto de la humedad ambiental y las temperaturas benignas, se disgrega con relativa facilidad, formándose el típico sablón y determinando el relieve más suave y redondeado de El Corredor. En ciertos sitios, la meteorización de los planos de fractura de esta roca da lugar a grandes bolas de piedra que forman un paisaje característico llamado caos de bolas.
Hidrología
La estructura geológica y la naturaleza litológica han configurado la existencia de pequeñas cuencas de gran pendiente y recorrido corto, apoyadas sobre materiales poco permeables en las zonas de cabecera y permeables en la parte baja. El clima claramente mediterráneo aporta a las rieras un régimen estacional pluvial. Las rieras se secan en verano y sólo en las partes altas de su curso, en algunas, se mantiene el agua todo el año. De la red de drenaje, hay que diferenciar dos grandes sistemas:
La cuenca de la Tordera: el único río de la zona y el curso con mayor caudal, de régimen típicamente pluvial. En la parte baja del curso, en épocas de caudal abundante se pueden formar humedales a ambos lados del río. En la desembocadura, como resultado de la aportación de materiales, se forma un pequeño delta. En el margen derecho, la cuenca está drenada por un conjunto de rieras del sector de El Montnegre, como la riera de Fuirosos, la de Montnegre, la de Ramió, la riera de Vallmanya o el torrente del Gorg Negre.
La cuenca del Maresme: formada por un conjunto de subcuencas individualizadas dentro de un mismo sector. Las rieras del Maresme se caracterizan por ser de recorridos cortos y de elevada pendiente, drenar hacia el mar y tener un régimen hidrológico intermitente. La mayoría permanecen secas casi todo el año. Algunas de estas rieras son la de Arenys, la de Sant Pol, la de Caldes d’Estrac, la de Sant Vicenç o la de Llavaneres.
Flora y vegetación
Las masas forestales son casi continuas en el interior del parque e incluyen gran diversidad de comunidades vegetales con una remarcable riqueza florística, con más de 1.000 especies de plantas superiores. También destaca el interés micológico y briológico, con casi 200 especies de musgos y hepáticas.
Las formaciones más extendidas son los encinares y alcornocales, estos últimos favorecidos por el interés económico asociado a la industria del corcho. Los pinares de pino piñonero, también muy abundantes, caracterizan el paisaje de las vertientes marítimas del Maresme. En las partes más altas de El Montnegre destacan, por su interés científico y paisajístico, los robledales de roble africano y de roble de hoja grande. En medio de los robles crecen especies vegetales de afinidad centroeuropea, como algunos pies de haya. En la umbría de El Montnegre, entre avellanales y encinares, encontramos todavía importantes plantaciones de castaños. En las hondonadas más húmedas y en las orillas de rieras y torrentes se conservan algunas vernedas.
En cuanto a flora de interés, destaca la presencia de especies amenazadas o consideradas raras en Cataluña, como el candil (Arisarum simorrhinum var. simorrhinum), el jaguarzo blanco (Cistus halimifolius), la orquídea estival (Spiranthes aestivalis), el hipérico de brezal (Hypericum pulchrum) y el brezo ceniciento (Erica cinerea), entre otros.
Fauna
La variedad de ambientes de las cordilleras de El Montnegre y El Corredor propicia que el poblamiento faunístico sea diverso.
De los mamíferos, el jabalí (Sus scrofa) es la especie más abundante, seguida del corzo. De carnívoros, encontramos la típica comunidad mediterránea: el zorro (Vulpes vulpes), el gato almizclero (Genetta genetta), la garduña (Martes foina), el tejón (Meles meles) y la comadreja común (Mustela nivalis). De pequeños mamíferos, hay algunas especies de carácter centroeuropeo, como el lirón gris (Glis glis) y el topillo rojo (Myodes glareolus).
En cuanto a especies nidificantes de pájaros, destacan algunas rapaces forestales como la culebrera europea (Circaetus gallicus), el águila calzada (Hieraaetus pennatus), el azor (Accipiter gentilis), el abejero europeo (Pernis apivorus), el cárabo común (Strix aluco) y el autillo europeo (Otus scrops). También encontramos el pito ibérico (Picus viridis), el arrendajo (Garrulus glandarius) y la chocha perdiz (Scolopax rusticola).
Las zonas abiertas y los ambientes húmedos albergan una gran variedad de especies de herpetofauna, con reptiles como la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), la culebra de Esculapio (Zamenis longissimus), el lagarto ocelado (Timon lepidus) y la lagartija roquera (Podarcis muralis); destaca una pequeña población de galápago leproso (Mauremys leprosa) y anfibios como el tritón jaspeado (Triturus marmoratus), la ranita meridional (Hyla meridionalis), el sapo de espuelas (Pelobates cultripes) y el sapo partero almogávar (Alytes almogavarii).
Del inmenso grupo de invertebrados, destacan el saltamontes del cerrillo (Brachycrotaphus tryxalicerus), una pequeña población de cangrejo de río ibérico (Austropotamobius pallipes) y diversas especies de mariposas.