Aspectos económicos
En un proceso largo y complejo como el que implica la realización de un inventario del patrimonio cultural inmaterial, no se puede dejar de lado los aspectos económicos. Lógicamente no es posible ofrecer aquí ningún tipo de estimación del coste económico que podría suponer poner en marcha un proyecto así, porque eso dependerá de una multitud de factores, como la superficie del territorio a cubrir, el número de núcleos habitados y de habitantes, el conocimiento previo que se tenga sobre el patrimonio cultural inmaterial, la estructura organizativa que se pueda construir, las limitaciones de tiempo, etc. Con todo, nos parece que puede ser útil dar algunos apuntes prácticos porque implica muchas personas e instituciones, y conlleva muchas acciones y trabajos, que hay que prever en qué condiciones se llevarán a cabo.
Costes que hay que prever
- Órgano director. La dedicación de las personas que lo integren debería limitarse a dos o tres reuniones anuales, que pueden implicar gastos por documentación, desplazamientos, dietas, etc.
- Órgano coordinador. La dedicación de las personas que lo formen implicará horas de reuniones y tiempo para estudiar la documentación que se les vaya enviando. El tipo de gastos que ello puede implicar son las mismas que para el órgano director, pero para un número de reuniones superior.
- Dirección ejecutiva. La persona que asuma esta función sería bueno que tuviera dedicación exclusiva. Es una pieza clave para el funcionamiento de todo el engranaje, que centraliza y gestiona toda la información que se va generando, y que tiene que tomar muchas decisiones.
- Equipo de trabajo. El núcleo de este equipo (antropólogo, historiador y ambientalista) también debería tener dedicación exclusiva y una gran flexibilidad horaria. Otras posibles especialistas pueden tener una dedicación muy limitada.
- Equipo técnico (grabaciones de imagen y sonido). Aquí muy probablemente habrá que contar con personas profesionales, que necesitarán un equipamiento técnico de calidad. Su dedicación dependerá del número de elementos que se quiera documentar gráficamente y puede llegar a coincidir con la del equipo de trabajo.
- Equipamiento técnico. Aparte del equipamiento necesario para las grabaciones de imagen y de sonido que lleve a cabo el equipo técnico, hay que prever también que el equipo de trabajo disponga al menos de una cámara fotográfica y de una pequeña grabadora para recoger toda la información que le parezca relevante.
- Desplazamientos y dietas. Principalmente el equipo de trabajo, pero también el equipo técnico y en menor medida la dirección ejecutiva, deberán desplazarse con regularidad en el territorio objeto de inventario o en la oficina que sirva de soporte y lugar de coordinación. En muchos casos es posible que estos desplazamientos puedan implicar también gastos de manutención o incluso de alojamiento.
- Oficina. Hay una oficina que sirva de base del proyecto, donde tenga su puesto de trabajo la dirección ejecutiva y donde se puedan hacer al menos las reuniones de seguimiento con el equipo de trabajo y el equipo técnico. Esta oficina debe disponer del equipamiento técnico necesario para la correcta ejecución del proyecto de inventario.
- Ediciones. Hay que prever al menos material divulgativo general del proyecto y material específico del plan de participación, que estimule la población local a colaborar en ella.
- Plan de participación. Según la complejidad y el alcance que tenga este plan, puede ser necesaria la implicación de personas especializadas en este tipo de acciones. Por otra parte, además del material mencionado en el punto anterior, el plan de participación requerirá también la disponibilidad de espacios adecuados para reuniones informativas y de debate, y puede ser conveniente ofrecer a las personas que asistan a estas reuniones alguna muestra de agradecimiento por su colaboración.
- Web. Hay que prever la creación y el mantenimiento de un espacio web específico para el inventario, que puede incluir también otras acciones de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial del espacio natural estudiado.
- Las acciones de difusión posteriores, una vez se disponga ya del inventario, deberían implicar la revisión lingüística y la traducción de los textos, la edición del inventario, la organización de actos de presentación, etc.
- Actualizaciones. Hay que prever que asumirá el trabajo de recoger las aportaciones que puedan llegar con posterioridad al cierre del inventario y de actualizarlo por consiguiente, con las posibles acciones de difusión que esto puede implicar.
Posibilidades de financiación
- Instituciones públicas. Los gobiernos, nacionales o locales, competentes en el ámbito del patrimonio cultural inmaterial deben estar implicados en la elaboración del inventario y pueden facilitar la obtención de la financiación necesaria, tanto con aportaciones directas como contribuyendo a convencer posibles patrocinadores privados. Esta implicación no debe referirse exclusivamente al ámbito de la cultura, para que este patrimonio afecta a muchos otros sectores: economía, medio ambiente, turismo, bienestar social, sanidad, educación... Además de los gobiernos, otras instituciones públicas pueden contribuir, con recursos económicos, humanos o materiales, el desarrollo del inventario, tales como universidades, centros de investigación, fundaciones, museos, entes gestores de espacios naturales protegidos, etc. Por otra parte, estas instituciones públicas pueden contribuir también de manera más indirecta ofreciendo infraestructura o equipamiento necesario, o asumiendo algunos de los gastos dentro de sus presupuestos. Cuanto más diversificada sea la aportación, menos costosa será para cada una de las partes y más fuerte será la red que estará construyendo.
- Sector privado. El patrimonio cultural inmaterial afecta a todos los sectores de la sociedad y además puede contribuir al desarrollo económico sostenible. Hay que esforzarse para llegar a aquellas instituciones que pueden ayudar a salvaguardarlo, para explicarles la importancia y el interés de contribuir.
- Recursos a posteriori. En la medida que la elaboración del inventario se sitúe, como es deseable, en el marco más amplio de un plan de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, se puede prever la promoción de productos o servicios que contribuyan al mismo tiempo a la preservación de las prácticas culturales y el desarrollo económico del territorio. Este enfoque puede facilitar la obtención de recursos para el inventario.
- Trabajo voluntario. La elaboración de un inventario no puede hacerse sin la colaboración desinteresada de muchas personas e incluso se puede plantear la posibilidad de que las personas que forman la estructura organizativa del proyecto también lo hagan desinteresadamente. Huelga decir que el grado de implicación que esto supone es más alto, pero en todo caso hay que garantizar la eficacia del mecanismo que se establezca y la viabilidad del proyecto.
La experiencia del Montseny
Cuando empezamos a diseñar este proyecto ya hablar con otras personas nos dimos cuenta de que en general despertaba un interés mucho mayor en el mundo relacionado con los espacios naturales protegidos que con el mundo del patrimonio cultural o de la etnología. Éramos conscientes de la dificultad de encontrar financiación para un proyecto a caballo del patrimonio natural y del patrimonio cultural, en un entorno acostumbrado a trabajar en compartimentos casi estancos. Pero también estábamos convencidos de que era una buena oportunidad para reforzar los lazos entre estos dos mundos que muchas personas, en el Montseny mismo, cultivan desde hace años.
Por eso respondimos con ilusión a la convocatoria de ayudas de la Fundación Biodiversidad, que valorarlo positivamente y que ha financiado mayoritariamente este proyecto. Desgraciadamente la situación de crisis económica en que nos encontramos inmersos en todo el mundo occidental nos ha afectado de lleno y ha hecho casi imposible la obtención de la financiación adicional necesario, que en buena medida hemos tenido que asumir internamente.
Debemos hacer una mención especial del plan de participación, porque fue financiado íntegramente por el Gobierno catalán y porque supuso también una experiencia pionera. Hasta ahora, estos procesos participativos se referían más bien a temas urbanísticos o ambientales, pero no se habían llevado a cabo en relación con el patrimonio cultural. En todo caso, fue una primera prueba de cómo el patrimonio inmaterial tiene implicaciones en otros aspectos de la sociedad.
Para participar en la elaboración del inventario del Montseny se contrató un equipo de tres personas y los servicios profesionales de una productora audiovisual, que trabajaban bajo la coordinación de dos personas del Centro UNESCO de Cataluña, que invierten en el proyecto una parte de su dedicación profesional. Las otras personas implicadas en la estructura organizativa lo hicieron en el marco de sus respectivos trabajos. La colaboración del Museo Etnológico del Montseny ha permitido disponer de una infraestructura en el territorio y ha facilitado enormemente todo el trabajo de documentación, mientras que la Reserva de la Biosfera también ha ofrecido sus espacios a disposición del proyecto.
Por eso recomendamos:
- Que al menos las personas que asuman la dirección ejecutiva y el trabajo práctico de elaboración del inventario sean contratadas en el marco del proyecto.
- Que se intente complementar esta dedicación profesional con personas que quieran colaborar en ella de manera voluntaria.
- Que el proceso de elaboración de un inventario del patrimonio cultural inmaterial, en el marco de un plan de salvaguarda, se plantee como una inversión, tanto desde el punto de vista social como económico, en la medida que sólo adquirirá pleno sentido cuando se desprendan medidas que contribuyan efectivamente al desarrollo sostenible.
- Que la búsqueda de la financiación necesaria se dirija a todos los sectores de la sociedad que directa o indirectamente están relacionados con el patrimonio cultural inmaterial, para que los beneficios de su salvaguarda revierten también en el conjunto de la sociedad.