En 1950 Joaquín Montsant y su mujer, María Planiol reconvirtieron la masía de Can Ferrer en el Hostal-restaurante Bell·lloc, situado al pie de la Abadía de Sant Martí de Riells de Montseny.

 

 

 

A día de hoy todavía es regentado y dirigido por las nuevas generaciones de la familia: toda una garantía. Y además, con la misma filosofía, convicción o principios: "La buena cocina es poner el paisaje en la cazuela y cocinado con fuego de leña". Este tipo de cocina - piense que somos lo que comemos - tiene la peculiaridad de la sencillez y el buen hacer. Se llama tradicional, y no es otra cosa que cocina casera y en nuestro caso campesina, rural y del Montseny. Tiene sus bases más firmes en el corral, a la corte, en el huerto y el bosque. Es una cocina directa, esto quiere decir poco manipulada, poco sofisticada y que tiene como mejor garantía la calidad de las materias primas.

 

Al Bell·lloc creemos que hemos hecho bien de caer poco en las tentaciones de las modas y nos hemos esforzado en adaptar pacientemente viejos y nuevos platos elaborados con todo el amor y con el lento "chup-chup" de las cocinas de las viejas casas solariegas de campo del Montseny.

 

Decía Cicerón - gran filósofo de la antigua Roma - que "una buena cocina, es decir, comer bien, sano, productos del tiempo y de la tierra, en buena compañía y mejor conversación, es uno de los fundamentos de la felicidad". Desde el Bell·lloc os deseamos todo tipo de felicidad.