Flora y vegetación
Un ecosistema diverso
La biodiversidad de las Guilleries-Savassona es sorprendentemente alta. Esta riqueza biológica responde a la variedad de relieves y en la huella de una actividad humana muy antigua.
Los ecosistemas agrícolas de la llanura de Vic están muy cerca de los acantilados, del río Ter, del pantano y de una gran variedad de bosques en los que se mezclan vegetaciones mediterráneas y eurosiberianas. La fauna de cada ambiente es igualmente rica y específica. En resumen, el Espacio Natural es un territorio de alta biodiversidad.
Los bosques perennes
El encinar
El encinar es la formación boscosa más apretada y oscura del Espacio. Es un bosque denso, con lianas y un sotobosque arbustivo muy espeso que lo hace impenetrable. Es un refugio seguro para la fauna ... y para los legendarios bandoleros. Tiene una vegetación típicamente mediterránea que cubre buena parte del macizo de las Guilleries, y si no fuera por la intervención secular del hombre, aunque estaría más extendida.
Las hojas de la encina son perennes, de un color verde oscuro, y tienen el anverso coriáceo y el reverso cubierto de vello, características que le evitan una transpiración excesiva durante los veranos secos del Mediterráneo. La madera de la encina es usa como leña y tradicionalmente era la base para elaborar el carbón vegetal.
El pino silvestre
El pino silvestre debe su nombre al color de su corteza, de una tonalidad anaranjada intensa. El tronco, alto y derecho, fue muy valorado en el pasado como recurso carpintero. Es un árbol montañoso que crece por encima de los 600 metros de altitud. En ciertas zonas del Espacio Natural se empieza a sufrir los efectos del cambio climático, y los pinos más debilitados presentan un decaimiento importante.
El boj
Arbusto característico de los suelos calcáreos, tan abundantes en el Espacio Natural. Su hoja coriácea, dura y brillante, el defensa bien de la desecación mediterránea. La madera es densa y resistente al agua, y se ha empleado en tornería. Desde de 2018 sufre daños muy importantes para la mariposa del boj, una invasión biológica procedente de Asia y que está causando estragos en toda Europa.
El acebo
Es uno de los pocos arbustos característicos del sotobosque de los hayedos. Sus frutos rojos, que maduran en invierno, son un importante recurso alimenticio para la fauna. Es por ello que la especie está legalmente protegida.
Los bosques caducifolios
Los bosques caducifolios cubren una buena parte del Espacio Natural y no dudan en trepar por los acantilados. Además de los robles y las hayas, integran estos bosques el arce, el arce blanco y negro, el mostajo y, en los puntos más elevados, el laurel-cerezo de Portugal. El interior de los bosques caducifolios es sombrío y húmedo, con helechos y musgos, y da cobijo a una gran variedad de fauna.
Los robles
Aunque podemos encontrar hasta cuatro especies de robles, el pubescente es el más abundante en el Espacio Natural, y el principal componente de sus extensas robledales. Las hojas, densamente pubescentes en el envés, quedan adheridas a la rama una vez secas. (JiPB)
El hayedo
En las Guilleries, el hayedo ocupa las laderas umbrías por encima de los 900 metros de altitud, y llega a trepar hasta las cumbres, a algunos de los cuales ha dado el nombre, como el cerro de Haya Verde, el punto culminante de el Espacio Natural.
El castaño
El castaño ha sido sometido tradicionalmente el aprovechamiento forestal de los frutos, la madera de los árboles grandes y las perchas de los rebrotes. En el castañar de Fogueres, en Vilanova de Sau, se conservan algunos pies centenarios.
El aliso
El aliso, un árbol caducifolio que puede alcanzar los 20 m de altura, vive cerca de los ríos, formando parte del bosque de ribera. En todo el tramo del arroyo Major que transcurre por el Espacio Natural crece una de las alisedas más importantes de Cataluña.
El bosque de galería
La riera Major nos muestra buenos ejemplos de bosque de ribera, una formación caducifolia de un verde claro que sigue en paralelo el recorrido de los cursos de agua. Los diferentes tipos de árboles que constituyen los bosques de ribera, como las alisedas, muy bien conservadas, se disponen en franjas paralelas, más o menos alejadas del río en función de su requerimiento de humedad.
XPN. Diputació de Barcelona
*Ilustraciones realizadas por Agnès Perelló.