Geografía física
El sustrato geológico del área está caracterizado por la presencia de rocas de tipo básico y materiales margosos y arenosos. El terreno perteneciente al período cretáceo presenta rocas calcáreas de color gris oscuro que se encuentran fracturadas (diaclasas). A través de ellas el agua se filtra muy fácilmente.
Los terrenos miocénicos y cuaternarios presentan a menudo margas, barros y en ocasiones también gres, materiales todos ellos muy aptos para la percolación del agua de lluvia. En general, por tanto, los sustratos minerales del área son muy permeables, lo cual da lugar a una escasa retención del agua de lluvia, que acaba por filtrarse en el subsuelo y formar ríos y cavidades subterráneas por disolución de la roca calcárea (carstificación).
La diferente composición litológica de los materiales existentes en el área hace que, ante los agentes naturales externos, se produzcan comportamientos diferentes. Por este motivo se evidencian áreas perfectamente diferenciadas.
En las formaciones calcáreas de las estribaciones del macizo del Garraf el relieve es más abrupto. Su estructura y litología condicionan claramente la red de drenaje.
Los materiales. El territorio considerado forma parte del macizo del Garraf, tanto a nivel morfológico y estructural como litológico; podemos considerar que se trata de una prolongación del macizo, con ciertas —y notables— particularidades.
Por lo tanto, a un nivel más amplio se estructura dentro de la Cordillera Litoral catalana. Los materiales dominantes que afloran en la superficie difieren ostensiblemente de los que se pueden encontrar en el Garraf, si bien los de Olèrdola están constituidos por dos grandes unidades: una calcárea, del mioceno superior, y otra margosa, de la misma época. También son importantes los diversos afloramientos de piedras calcáreas del barremiano y de las margas y las piedras calcáreas del albiano en el período cretáceo. Así mismo, pueden encontrarse posteriores sedimentaciones detríticas del cuaternario, muy bien aprovechadas por la agricultura.
El resto de materiales que no aflora a la superficie dispone de una secuencia muy similar a la del macizo del Garraf.
