Actividad económica
Las actividades económicas que se desarrollan sobre el territorio de la Cordillera de Marina son de lo más diverso. Por lo que respecta al aprovechamiento primario de los bosques, éste es muy escaso debido al poco crecimiento de los bosques y a sus claros en la zona. En los últimos diez años los aprovechamientos forestales han sido muy reducidos y sólo se han dado en el municipio de Sant Fost de Campsentelles con finalidad económica.
Por lo que respecta a la actividad agraria, unas 240 ha del ámbito están calificadas como suelos agrícolas según el censo agrario. De estos, casi la mitad corresponden a viñas y el resto a huertos, forrajes y cereales, sin olvidar la importancia económica del cultivo intensivo de flor y planta ornamental. La ganadería es una actividad poco relevante y en franca regresión.
En la actualidad, muchos suelos agrícolas tradicionales corresponden a zonas periurbanas, de rentabilidad y viabilidad difíciles y graves problemáticas asociadas, por lo que a menudo sostienen usos irregulares marginales y sufren una fuerte presión urbanizadora. La viña, ligada a la denominación de origen Alella, y los cultivos intensos de huerta, flor y planta ornamental tienen mejores perspectivas de viabilidad.
En cuanto al sector industrial, destacan sobremanera las actividades extractivas a cielo abierto, que han dejado -y dejan- una intensa huella sobre el medio y el paisaje, y que actualmente cuentan aún con tres explotaciones en activo: la Vallençana, principalmente en el término municipal de Badalona, y Can Donadeu y Can Ro, en Sant Fost de Campsentelles. Además, son habituales las instalaciones accesorias de tratamiento de áridos, principalmente en el valle del Besòs.
Según el planeamiento vigente, el destino final de las pedreras es el cese de la actividad y el retorno de los terrenos en la clasificación anterior a la explotación, en su mayor parte parque forestal, en los términos previstos para la concesión y legislación vigentes. En algunos casos se prevé la restauración de estos espacios mediante su relleno y perfilado con residuos inertes, que debe permitir mejorar su estado final, de acuerdo con el destino y uso indicados.
La actividad terciaria, vinculada al sector servicios, muestra una importancia creciente en los últimos años por culpa principalmente del incremento del uso público en la Sierra. En la actualidad hay diversos restaurantes, áreas de ocio y actividades y equipos vinculados a la educación ambiental y el ocio, directamente ligados al ámbito del parque, además de una oferta mucho más numerosa en las zonas urbanas de la periferia. Además, en el ámbito se incluyen algunas áreas que, sin contar con ninguna infraestructura, soportan una importante actividad de ocio, y una notable concentración de personas, especialmente en los alrededores de las áreas urbanas. La extensa red de caminos de la Sierra facilita la actividad del senderismo y el cicloturismo, que en algunos casos comportan impactos negativos cuando se excede la capacidad de carga del sistema.