Gestió de la bioinvasió de l’eruga del Boix (Cydalima perspectalis) al jardins del Parc del Castell de Montesquiu

Management of the bioinvasion of the Boxwood caterpillar (Cydalima perspectalis) in Montesquiu Castle gardens



Parc del Castell de Montesquiu

Tipo de experiencia

Manejo especies


Fecha

01/04/2019 - dataF


Palabras clave

Eruga boix plaga cydalima perspectalis


Keywords

Boxwood caterpillar plague cydalima perspectalis


Ámbito territorial

Parc del Castell de Montesquiu

Marker
Leaflet © Diputació de Barcelona

Persona de contacto/responsable

Nombre: Joan C. Angel Hernández
Correo electrónico: p.montesquiu@diba.cat


Instrumento de planificación sobre el cual se enmarca

PORN / PE. Pla Especial del Parc del Castell de Montesquiu. PRUG / pla de gestió Pla de conservació Altres: ………….. (especificar)…………………


Situación de partida

La oruga del boj (Cydalima perspectalis), una especie de lepidóptero invasora proveniente del sudeste asiático, fue detectada por primera vez en el Parque del Castillo de Montesquiu en septiembre de 2018. Un vuelo de cientos de mariposas del boj llegó en pocos días proveniente de comarcas vecinas para emparejarse y poner los huevos en las hojas de los bojes de los bosques del parque y de las vallas de boj de los jardines del castillo. De algunos de esos huevos nacieron pequeñas orugas, que durante las posteriores semanas se alimentaron de las hojas de boj, si bien con la llegada del frío a finales de octubre, sólo sobrevivieron las pocas orugas que habían llegado a completar todo el crecimiento hasta la fase de pupa o bien las que se habían quedado en la fase de huevo. Así, pupas y huevos permanecieron fijadas en las hojas de los bojes del parque durante todo el invierno.
En abril de 2019, una cantidad importante de orugas salió de los huevos y empezó a alimentarse de las hojas de los bojes. Para combatirlas, el parque contrató un servicio de erradicación de plagas, que hizo un tratamiento a los 950 metros lineales de setos de boj de los jardines consistente en la liberación de la bacteria Bacillus thuringensis, que causa la muerte de las orugas que se alimentan de los bojes. Los bojes del jardín siguieron en buen estado de salud pero los bojes de los bosques sufrieron una fuerte defoliación. Las orugas completaron su crecimiento hasta convertirse en pupas a finales de primavera, listo para transformarse en mariposas. Desde entonces, este ciclo se ha ido repitiendo anualmente, con variaciones según la meteorología y se ha seguido con el seguimiento y los tratamientos con la misma bacteria, con especial atención entre mayo y octubre.


Objetivo(s) de la acción

  1. Mantener los 950 metros lineales de setos de boj de los jardines.
  2. Realizar el seguimiento del impacto de la bioinvasión de la Cydalima pespectalis en Montesquiu.
  3. Relacionar los datos climáticos de la estación meteorológica del parque con la evolución de la plaga.

Acciones concretas previstas/realizadas

  1. Instalación de trampas de feromonas para el control de la curva de vuelo de la mariposa.
  2. Inspección semanal de toda la longitud de bojes, mediante fichas de seguimiento
  3. Tratamientos fitosanitarios cuidadosos adaptados al ciclo anual de la plaga a partir del análisis de la curva de vuelo y las inspecciones semanales.
  4. Poda estratégica para eliminar los capullos invernales.

Resultados obtenidos

El 17 de abril de 2023 se colocaron 10 trampas y se retiraron el 13 de noviembre. Este 2023 se colocaron unos quince días antes que el año anterior para ver si la llegada de los primeros lepidópteros se adelantaba. Durante estos siete meses se renovaron las feromonas en 4 ocasiones con una cadencia de uso de 45 días. Los registros de vuelo y la campaña de seguimiento comenzó el 3 de mayo. Llegaron las primeras capturas el 12 de junio, una semana más tarde que en 2022. Las últimas se capturaron el 30 de octubre coincidiendo prácticamente con la misma fecha de 2021 y 2022. El 13 de noviembre después de dos inspecciones con capturas cero se dio por finalizada la campaña. Fueron un total de 28 inspecciones semanales todos los lunes.

En modo general  el volumen de vuelo ha sido bastante superior al del 2022 en el que se capturaron 1.445 individuos en comparación con los 5.293 de este año. Esto representa un 366% más. Hay que precisar que en 2022 teníamos un total de 13 trampas que se han reducido a 10 este 2023. Además a lo largo de la campaña hemos tenido bajas sucesivas de trampas hasta finalizar la campaña sólo con cuatro unidades. Dicho esto, los datos no pueden ser exactamente comparables, sí indicadoras y en cualquier caso si no hubiera habido bajas, las capturas, habrían aumentado aún más. De todas formas, la tendencia clara al alza se confirma con el pico de vuelo máximo de este año, que alcanzó 805 ejemplares en comparación con el del año anterior que alcanzó los 231.

La curva de vuelo ha sido singular concentrando la máxima actividad al final de la campaña. Un pico de vuelo discreto a mediados de julio que queda detenido de forma repentina al final del mismo mes. A principios de agosto comenzó una remontada clara que probablemente el calor de la tercera semana de agosto mantuvo a raya, ya que registramos temperaturas máximas superiores a los 40º durante los días 21, 22 y 23 de agosto respectivamente. Posteriormente,  la curva se vuelve a enhebrar progresivamente con 3 picos prácticamente simétricos separados por 14 días hasta alcanzar el máximo de la temporada  el 23 de octubre. Realmente un fin de campaña con mucha actividad. A partir de entonces y sólo en 12 días el vuelo  baja en picado para quedar  a cero el día 6 de noviembre. Hacer notar que el período más lluvioso de esta campaña se concentró en los meses de mayo y junio cuando el año anterior se localizó en agosto y septiembre. En el ámbito de las temperaturas también ha cambiado el patrón. Este año hemos concentrado la parte más cálida del verano en la segunda mitad de la estación cuando el año pasado tuvimos fuertes calores en el mes de junio. Con esta dinámica el otoño ha sido  cálido y más seco, situación que habría favorecido el buen desarrollo del ciclo de la C. pespectalis hasta bien entrada el otoño. Analizando la dinámica general de la curva hay que prever que las larvas que persistan latentes en capullo invernal para la próxima campaña serán mucho mayores que en 2022 porque el volumen de la actividad ha sido máxima al final de la campaña. Por tan gran número de capullos invernales habrán quedado en los bojeles esperando su oportunidad en primavera.

Los registros más significativos a lo largo de la campaña los encontramos en las trampas número 4 y número 5 situadas en el sector norte y oeste de los jardines de la Masoveria y las trampas 2, 3, 8, 9 y 10 que se sitúan en el perímetro de el espacio ajardinado. Esto seguiría indicando como en el año 2021 y 2022 que el flujo de mariposas entra mayoritariamente en la zona de los jardines por las zonas que lindan con una mayor área boscosa que no es tratada y que todavía tiene un potencial activo gracias al rebrote del boj, todo y la gran afectación que ha sufrido en el bosque. Obviamente, el tratamiento de los bojes de los jardines no dan demasiadas oportunidades a la evolución de las larvas y, en consecuencia, a mariposas propias del mismo jardín.

A lo largo de la campaña se han realizado 3 tratamientos con Bacillus thuringiensis con producto comercial Delfín (riego 19.159) apto para jardinería con una dosificación 0,75g/litro. Un tratamiento total a los 950 metros lineales de cierre de boj necesita 800 y 1.400 litros de caldo. El 14 de abril se hizo un tratamiento total (950 l). El 28 de julio, un tratamiento total (1.310 l) y un último también total el 5 de octubre (1.200 l). Los 3 tuvieron una buena permanencia durante los días posteriores a la aplicación gracias a la falta de precipitaciones, por tanto, pudimos actuar sobre el máximo de larvas activas.

Las conclusiones relevantes de esta campaña indican que la plaga no está en recesión aunque las afectaciones han sido escasas en los jardines. Podríamos afirmar que la plaga sigue muy activa en el bosque y crece cuando vuelve a haber rebrotada (alimento). En la zona de jardines la tenemos controlada gracias a los tratamientos. La climatología seca y calurosa ha continuado afectado a las larvas jóvenes que a menudo quedaban deshidratadas pocas horas después de hacer eclosión. El boj también ha sufrido afectaciones por sequía recurrente con el secado de hojas de algunas plantas. Habrá que ver la evolución de los  bojes y la persistencia de actividad en el bosque en los próximos años en la medida en que la dinámica del cambio climático siga modificando las condiciones.

En diciembre de 2023, todos los setos de boj de los jardines del castillo siguen en buen estado de salud vegetal.


Figura 1. Evolución del vuelo de la Cydalima perspectalis 2021-2023 en los jardines del Castillo de Montesquiu (capturas totales).


Difusión de los resultados

Redes sociales del parqueNoticias en infoparques
Noticias en la revista en 855
Memorias del parque 2019-2022


Dificultades encontradas

La sequía acumulada desde 2021 también afecta directamente a los bojes y la plaga.
El cambio climático modifica los ciclos de comportamiento de la plaga y es necesario realizar esfuerzos para monitorizar y adaptarse.
Mantener un mínimo número de trampas operativas debido a los hurtos ya la degradación por motivos meteorológicos.


Documentos adicionales


Fecha de elaboración de la ficha

13/12/2023


Wiki de conservación d'Europarc

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