Acciones de conservación
El término acción de conservación incluye un abanico de tareas diversas que se pueden resumir en las cuatro grandes tipologías:
- La conservación y gestión del medio. Son el tipo de acciones más activas como el control de una especie invasora, la gestión de un hábitat, la redacción de un plan de conservación, la subvención de una actividad que fomenta la conservación, entre muchos otros.
- La investigación y el seguimiento. Son necesarios para profundizar en el conocimiento de algunos aspectos de la fauna, la flora o los hábitats. Por ejemplo se considera investigación un estudio de la distribución de una especie, la cartografía de un hábitat o un estudio taxonómico. El seguimiento, en cambio, permite el registro periódico de datos para evaluar y observar tendencias de los elementos a conservar.
- Gestión de la información.Hace referencia a todas las actuaciones de ordenación y difusión de la información tales como la elaboración de publicaciones, la edición y colocación de rotulación, la actualización de bases de datos, la educación ambiental, la elaboración de protocolos de actuación concretos, la coordinación intra e interadministrativa, entre otros.
- Normativa y otra herramientas administrativas. Se refiere tanto a actuaciones de actualización de normativa y de la revisión de planes especiales, como la creación de reservas o en la evaluación de la eficacia de la normativa existente.
Normalmente para garantizar la conservación de algún elemento prioritario es necesario realizar acciones de todos o casi todos los tipos mencionados. Este apartado se centrará principalmente en las acciones de conservación y gestión del medio.