Se entiende como aprovechamiento forestal el derecho de disfrutar de los productos de los bosques, los matorrales o los prados, y como gestión forestal el conjunto de operaciones administrativas y técnicas sobre los terrenos forestales con el objetivo de obtener resultados beneficiosos . Se podría afirmar entonces que para realizar un aprovechamiento es necesaria la gestión (concretar temporalmente objetivos en acciones).
De acuerdo con la Ley 6/1988, de 30 de marzo, forestal de Cataluña los aprovechamientos de los productos forestales se realizarán según los principios de persistencia, conservación y mejora de las masas forestales. Pueden ser objeto de aprovechamiento forestal las maderas, leñas, cortezas (por ejemplo el corcho), los pastos, los frutos, las resinas, las plantas aromáticas y medicinales, las setas (incluidas las trufas), los productos apícolas y, en general, los otros productos propios de los terrenos forestales.
En el caso de los espacios naturales protegidos en esta gestión intervienen diferentes partes (propietarios, administración forestal y ente responsable del espacio) con el fin de conseguir la compatibilización de la obtención de productos forestales y la conservación y mejora de los sistemas naturales. A tal efecto, y en función de los mecanismos empleados, se puede hablar de mecanismos de gestión pasiva y de gestión activa.
